sábado, 17 de octubre de 2009

Descanso

Respiro el aire que huele a vida
¡ay!.. minutos del destino,
masticar de recuerdos desvanecientes
latidos de alma dormida.
El sol y sus pasos arañan mi rostro
y la tormenta.
El tiempo que no  quiere volver
y la tormenta.
Los paisajes nunca descubiertos
y la tormenta.
Paz de las aguas tranquilas...
y mi rostro.